Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

Únicamente para decir al Sr. Martos que este incidente lo ha promovido S.S. sin culpa mía; y como no tengo deseos ni ganas de reñir con S.S., como parece que S.S. tiene de reñir conmigo, he de prescindir de algunas consideraciones que ha hecho.

Dice S.S. que son pocos los amigos de que está acompañado. Pues eso es precisamente lo que yo he dicho. Añade S.S. que esos amigos suyos están enfermos. Pues también hay enfermos en la mayoría. (El Sr. Pidal: ¿Tiene toda la mayoría el dengue?). La mayor parte, incluso yo; pero es posible que también lo tenga S.S., porque yo no le he visto tomar parte en la votación. (El Sr. Pidal: Precisamente he pedido la palabra para explicar a S.S. por qué no he votado). Me parece que S.S. podía haber votado. (El señor Pidal: ahora se lo diré a S.S.).

Esto pasa en todos los Parlamentos, con todos los proyectos de ley, y sobre todo a ciertas horas. Yo no he dicho que no supiera que hoy iba a discutirse el sufragio universal. Lo que yo no sabía es que se hubiera de votar esta enmienda, porque, según se me ha dicho, el Sr. Castel pensaba extenderse más, y como iban a pasar las horas del Reglamento, se ha creído que la enmienda no iba a ser votada hoy. Yo mismo he oído a algún conservador decir que la enmienda no se iba a votar hoy, por lo menos nominalmente; y por consiguiente, nada de particular tiene que se hayan ido muchos Diputados conservadores, muchos de la mayoría y muchos de las demás oposiciones.

No hay, pues, que formar castillos en el aire, ni hay motivos para decir nada de lo que ha dicho el Sr. Martos.

Por lo demás, conste que yo no tenía intención de molestar a S.S.; que, al contrario, me molesta tener que molestarle; pero algunas veces tengo que hacerlo, porque necesito defenderme, y dispuesto estoy a defenderme. [2014]